GESTOS QUE LLEGAN AL CORAZÓN
Nos llenó de alegría el recibir una pequeña muestra de cariño de esa gente que ve el sacrificio de los voluntarios y nos hizo llegar el mensaje que publicamos en el papel, unas galletas de avena, hechas en casa y té.
“Mi papi de 78 años, al escribir, se le lleno de lágrimas los ojos, porque dice que no puede ayudar, y la bendición de esta pequeña cosa lo hizo de corazón, para ustedes que están en las calles protegiendo nuestra salud y vida”, nos dijeron al entregar esa muestra de amor y solidaridad”.
Gracias por ese gesto de amor y palabras de apoyo solidario, trabajamos de manera desinteresada por ustedes.